El estado español, escenario de la explotación más irracional
El capitalismo español, a través del gobierno de turno y de su parlamento, bajo las órdenes del gran capital europeo (UE) y con la excusa de la crisis, ha emprendido una ofensiva contra las clases trabajadoras sin precedentes en la historia contemporánea.
No existe una clase o capa popular que no esté al borde de la ruina, consecuencia de las medidas aplicadas por el gobierno, siempre con el amparo del parlamento y con el único objetivo de colmar la insaciable avaricia de los capitalistas.
Los pequeños campesinos no pueden soportar por más tiempo la expoliación de la que son objeto por parte de las multinacionales y monopolios, que controlan los canales de comercialización de sus productos pagándoles precios irrisorios, a veces por debajo de sus costes, para luego venderlos al consumidor con precios abusivos. A lo que se une que debido a su déficit económico, poseen tecnología de baja calidad e insuficiente para competir con los grandes terratenientes-capitalistas, que por su parte dominan el mercado de los productos químicos necesarios para la actividad agrícola.
Los autónomos y pequeños industriales, casi siempre adosados y subordinados al trabajo auxiliar de las grandes empresas, viven agobiados por las condiciones que éstas les fijan y por los efectos devastadores de los impuestos estatales.
Los estudiantes constituyen un instrumento al uso para satisfacer los intereses de las multinacionales y monopolios. Las últimas reformas no han hecho sino adecuar la enseñanza a sus exigencias. Además, el sistema ha dado pasos de gigantes al objeto de impedir que los hijos de los trabajadores puedan acabar sus estudios universitarios, con el único propósito de asegurar que la futura élite dirigente de la sociedad sólo sea asequible a los hijos de los ricos.
Pero son los trabajadores de la ciudad y del campo, precisamente aquellos que extraen de la naturaleza sus riquezas, los que convierten la materia bruta en materia prima; aquellos que transforman la materia prima en producto; los trabajadores de los servicios, gestión y venta de las mercancías, es decir, es precisamente la clase que con su esfuerzo físico y mental crea todos los bienes materiales y espirituales de esta sociedad, la que con mayor saña sufre las embestidas del gobierno capitalista.
Nuestro país presenta actualmente un estado desolador. Con 4.5oo.000 parados es uno de los que mayor porcentaje de parados tiene en Europa y en el llamado capitalismo desarrollado. Desde el año 2008 hasta la fecha, cerca de 250 mil familias han perdido sus casas. Las últimas reformas-recortes han hecho descender drásticamente los salarios mientras se han incrementado de forma alarmante las enfermedades depresivas laborales. Han matado las ilusiones de las nuevas generaciones haciendo de cada individuo un drama y para colmo han extendido nuestras desdichas hasta nuestra vejez con pensiones ridículas o inalcanzables para la juventud de hoy. ¿Para qué? Para llenar las arcas públicas con cuyo dinero volverán a subvencionar a multinacionales, monopolios y bancos. En esta dirección, toda empresa pública que pueda reportar suculentos beneficios a los especuladores será privatizada después de haber sido levantada con el esfuerzo de los trabajadores.
La democracia española actual, un engaño histórico
El gobierno y el parlamento han elevado los conceptos Democracia y Estado de derecho a la categórica de sublime y todo debe supeditarse a ellos y por ellos todo se debe soportar, porque según nos dicen representan el más alto grado de racionalidad social de la historia humana. Pero los hechos son tozudos y la experiencia nos demuestra que la democracia española es un sistema económico y político concebido a la medida del gran capital. Mientras éste recoge todos los beneficios, las clases populares sólo deben contentarse con el pronunciamiento formal de sus derechos y libertades.
El derecho al trabajo y a un salario justo se hallan supeditados al arbitraje de la gran burguesía, que al ser la dueña de los medios de producción, decide quién trabaja, en qué, y por cuánto.
El derecho a una vivienda digna es el resultante de la especulación de las grandes empresas de la construcción e inmobiliarias dueñas del suelo y de los medios de producción para construir los edificios, con facultades, naturalmente, de resolver sobre la cantidad, la calidad y los precios de las viviendas.
El derecho a la enseñanza gratuita está sujeto a la política de empleo de futuro del gran capital. La calidad de la enseñanza y sus objetivos son diseñados por el gobierno de turno que administra los intereses de los grandes empresarios. Aunque se superasen tales obstáculos, los nuevos diplomados y licenciados han de acudir finalmente al mercado de trabajo controlado por los dueños de los medios de producción.
La potestad de cultivar y proteger la igualdad de los sexos en el trabajo es privativa de los dueños de las empresas, establecedores de los salarios y del puesto de trabajo, de su organización y de sus responsabilidades. Según la OIT, las mujeres cobran en nuestro país entre un 27% y un 28% menos que los hombres, realizando la misma actividad laboral.
El derecho a la cultura, por pasiva y por activa, es una actividad que depende de quienes dominan la gran industria del libro, que determinan a través del precio, qué hay que leer, quién debe leer y quién pueden escribir, atendiendo siempre a razones comerciales e ideológicas y no a la calidad literaria.
La tan cacareada libertad de opinión está limitada exclusivamente a las oportunidades que quiera o pueda ofrecer el gran capital, dueño de los medios de comunicación, por lo que tiene en sus manos el privilegio de desinformar y de negar la palabra a los opositores al régimen.
La necesidad de un amplio Frente del Pueblo
Ante tantos atropellos, las clases y capas populares responden con debilidades, fraccionadas y a destiempo, a los hechos consumados. Mientras, el gobierno y el parlamento afirman sus tropelías con leyes y decretos políticos contra un Pueblo controlado por direcciones sindicales y políticas que se han convertido en instrumentos para servir al Estado capitalista desde el interior del movimiento obrero y popular, limitándose a contestar con actividades exclusivamente sindicales o formales que no persiguen más que demostrar la razón de su existencia y que son utilizadas como recurso para la captación del voto. Por otra parte, la división de la izquierda en cientos de siglas sindicales y políticas hacen que su oposición a los planes gubernamentales se traduzcan en acciones esporádicas y divididas sin apenas resonancia.
La situación está planteada en el extremo siguiente: o se conjugan todas las fuerzas y potenciales de luchas en un solo frente, o el Pueblo quedará a merced de las políticas de rapiñas de los capitalistas, que no tienen freno ni pudor en aplicar medidas que conduzcan a la miseria material y espiritual del Pueblo con tal de aumentar sus riquezas.
Pero para que el Frente del Pueblo sea efectivo y dure hasta consumar sus objetivos, es necesario pasar de la defensiva a la ofensiva con un programa de contenido antimonopolista y antilatifundista, que aglutine a las clases y capas sociales lesionadas por la política del Estado que representa a los grandes capitalistas y terratenientes.
La Asamblea Popular de Sevilla, en su primera sesión dejó claro que hay que enterrar los malos hábitos impuestos por los quintacolumnistas en el movimiento obrero popular y establecer la auténtica democracia en los centros de trabajo, en las ciudades y pueblos, potenciando las asambleas de trabajadores y vecinos, forjadas bajo el principio de la solidaridad de clase, independientemente de la afiliación sindical y política.
Al objeto de cimentar el Frente del Pueblo, la comisión convocante de la Asamblea Popular de Sevilla propone los siguientes puntos reivindicativos mínimos basados en el principio: ¡CONTRA LA DICTADURA DEL CAPITAL, DEMOCRACIA DE LOS TRABAJADORES!, que deberán ser ratificados, ampliados o sustituidos por lo que se acuerde por los asistentes a la próxima Asamblea, que se celebrará en Sevilla el día 28 de Mayo a las 10:00 en el centro cívico El tejar del mellizo de Los Remedios:
- CONTRA LA REFORMA LABORAL
- CONTRA EL RECORTE DE LAS PENSIONES
- AMPLIACION DEL SUBSIDIO DE DESEMPLEO MIENTRAS SE ESTÉ EN PARO
- SALARIO MINIMO INTERPROFESIONAL DE 1200 EUROS
- LA VIVIENDA SERÁ INEMBARGABLE
- VIVIENDAS DIGNAS CON PRECIOS ASEQUIBLES
- PENSIONES MINIMAS AL NIVEL DEL S.M.I.
- POR LA IGUALDAD REAL ENTRE SEXOS
- REFORMA AGRARIA ANTIMONOPOLISTA Y ANTILATIFUNDISTA
- CONTRA LAS PRIVATIZACIONES
- POR LA NACIONALIZACION DE LA BANCA Y DE LOS SECTORES BÁSICOS DE LA ECONOMIA NACIONAL, TALES COMO EL ELCTRICO, EL SIDERURGICO, EL QUIMICO, LOS TRANSPORTES, LAS COMPAÑIAS DE SEGURO.
- POR LA MUNICIPALIZACION DEL SUELO URBANO PARA EVITAR SU ESPECULACIÓN Y LAS SUBIDAS DE PRECIOS DE LAS VIVIENDAS
- CONTRA LAS GUERRAS IMPERIALISTAS
- SALIDA DE LA UE. Y DE LA OTAN
- POR LA CONVIVENCIA PACIFICA Y SOLIDARIA ENTRE LAS NACIONES DEL MUNDO
- CONTRA LA DEGRADACIÓN AMBIENTAL
- POR EL DERECHO DE LOS PUEBLOS DEL ESTADO A AUTODEFINIRSE
Dado el carácter estatal e internacional de nuestras reivindicaciones la APS intentará promocionarse, o unirse en caso de existir Asambleas, en todo el estado y practicará el internacionalismo con los pueblos hermanos que se propongan los mismos objetivos.
COMISIÓN CONVOCANTE DE LA ASAMBLEA POPULAR DE SEVILLAhttp://asambleapopulardesevilla.blogspot.com
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